miércoles, 21 de septiembre de 2016

TELEVISIÓN Y EDUCACIÓN: UN BINOMIO DE POSIBILIDADES.

TELEVISIÓN Y EDUCACIÓN: UN BINOMIO DE POSIBILIDADES.

A principios del siglo XX los avances tecnológicos se desarrollan de manera notable y como consecuencia las prácticas comunicativas se consolidan a partir de los medios de comunicación masiva existentes como la radio, la fotografía o el cine, siendo este último uno de los medios con mayores posibilidades en la educación.

Las imágenes en movimiento del cinematógrafo, casi a la par del surgimiento de la comunicación educativa, inician sus primeras proyecciones con fines educativos en 1922 a través de los talleres cinematográficos de la SEP.

Con el propósito de fomentar el uso del cine como medio educativo se forma en 1933 la Sociedad Pro-Cine Educativo.



Contempla contenidos que tienen algún tipo de interés formativo y/o educativo (temas de salud, tráfico, economía, biología, idiomas,...) pero que por algún motivo no forman parte del currículum escolar y van dirigidos a la totalidad de la población.

Este tipo de televisión trata de incidir sobre la formación de los receptores, modificando sus conocimientos, conductas, actitudes, etc., pero en cualquier caso se trata de influir educativamente sobre ellos. La definición de los objetivos no surge de planteamientos estrictamente pedagógicos, pero ello no significa que no sean asumibles a los más puramente pedagógicos.


Televisión Educativa Una Propuesta para Distinguir a la Televisión con Fines Educativos


Algo parecido deben pensar aquellas instituciones u organizaciones que se han dado a la tarea de fomentar contenidos educativos y reconocen a la tecnología como  un medio adecuado para ello. A propósito de la gran variedad de programas de corte educativo que se han difundido por televisión desde los inicios de este medio, y con mayor fuerza a partir de los años setenta, cabe hacer un alto para reflexionar sobre lo que implica entender a la televisión en esos términos.